Tras una serie de odiseas durante todo el año, he podido ver todas las películas que tenía anticipadas; muchas de ellas ya tienen su crítica en este blog, pero la mayoría no, la siguientes fueron mis favoritas del año, y las que no tienen su crítica aún, la tendrán en los siguientes meses, según vaya avanzando la carrera hacia el oscar, pero les aseguro que todas tendrán su crítica.
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En la historia del cine han existido momentos que definen el curso de ésta y los afortunados que tuvieron la oportunidad de vivirlos en pantalla grande, tienen el derecho de contar esa anécdota hasta el fin de sus días. Ir a ver Avatar es poder volverse parte de este grupo de personas que, en diez años, contarán cómo fue vivir el mundo de Pandora en 3D y hasta en formato IMAX.
Una película que tiene todo: ciencia ficción en todo el concepto del género, grandiosas actuaciones (Sigourney Weaver hace un papel perfecto), score épico de James Horner, efectos especiales que redefinen el CGI y sobre todo, la revelación de un universo completo –y totalmente original– frente a nuestros ojos, donde si parpadeas, seguro te perderás de algo bueno. Es también un filme que tiene elementos para todos los gustos, si quieren secuencias enormes de batalla, ahí están; si buscan una historia romántica –que de hecho es la columna vertebral de la historia– también existe y nos llega de la mano de quien contara la fatídica historia de Rose y Jack… así que está garantizada como un tórrido romance.
Posiblemente el guión nos recuerde a Danza con lobos y muchos creerán que por esa razón, no es original. Pero es crucial notar que estas ideas junto con el argumento cargado de la conocida dinámica “Hombre Vs. Naturaleza”, no es lo más importante aquí. Lo que importa es perderse en un mundo con criaturas extrañas, idiomas raros y sobre todo, un futuro del que tal vez, no podamos escapar y lo que logremos aprender para evitar llegar a ello, será una ganancia.
La cuestión más importante sobre esta cinta es que sí, sí es una revolución al séptimo arte, no por nada James Cameron tardó doce años en terminarla para que la pudiéramos disfrutar como debía ser. Ya podemos imaginarlo en la entrega de los premios de la Academia gritando: “Soy el rey del mundo”, pero en esta ocasión, en idioma Na’vi al recibir el galardón por efectos especiales y tal vez hasta por mejor cinta.
Recordemos entonces que Avatar no sólo es una maravillosa obra del cine, es la noción de visitar un mundo tan distinto y original, que habría que esperar al futuro (al menos 145 años) para verlo. Imperdible.
CALIFICACIÓN
9
La historia nos muestra la vida de Claricee Precious Jones ,una adolescente afroamericana con sobrepeso, ella tiene una vida que nadie envidiaría.
Interpretada increíblemente por la novata Gabourey (Gabby) Sidibe, usa su silencio para callar al mundo. Pero no puede esconder su sorprendente condición: está embarazada por segunda vez, de nuevo como resultado de ser violada por su propio padre. Ella está a punto de ser expulsada de la escuela, alegando que causa problemas en clase, aún cuando ella tiene que soportar los crueles actos de sus compañeros.
Precious no recibe consuelo de su madre en casa, Mary (Mo’nique), que trata a su hija como a una esclava con gran crueldad.
Mary solo levanta su mirada de la TV para ordenar a Precious que le traiga algo para comer, tomar o fumar; o para agredir verbalmente a Precious. Y cuando su afilada lengua no recibe ninguna respuesta Mary golpea a Precious o le lanza objetos, quien sin otro remedio recibe el abuso. Precious también recibe en silencio sus múltiples violaciones en silencio, las cuales, su madre no hizo nada para detener.
La pintura hecha por Lee Daniels es casi insoportable, pero aún así se siente honesta. Es de hecho dura, pero al final se siente transformadora. Daniels encuentra humanidad dentro del sufrimiento.
Usan ángulos de cámara para mostrar un mundo urbano, haciendo que el lente pareciera como si un niño observara al mundo con sorpresa y grandeza.El hace efectivo el uso de un mágico realismo, incorporando escenas en donde Precious permite a su imaginación llevarla a convertirse en una estrella y a una triunfadora, no a una desconocida y perdedora.
Hay gente que quiere ayudar a Precious, y están interpretados por un elenco que esta completamente correcto.Paula Patton, una maestra en una escuela alternativa, nos ofrece esperanza por una educación libre de desprecio.Una trabajadora social (Mariah Carey) y un enfermero (Lenny Kravitz) nos muestran un duro amor, pero al mismo tiempo una concreta asistencia. Las nuevas compañeras de clase de Precious, interpretadas por diferentes actrices, actúan como estudiante reales y no como clichés.
LA fe de Daniels en su alocada elección de elenco, está respondida. Y mucho más con la elección de Sidibe en el papel principal, sin experiencia previa, y muy poca enseñanza en actuación, ella comanda cada cuadro, nunca sintiendo pena de su actuación.
Esta película está destinada a la grandeza, no por ser una película sobre negros, sino por ser una película humana.
CALIFICACIÓN
8.5
Si el fin del mundo efectivamente llegase el 21 de diciembre del 2012, Roland Emmerich podría morir tranquilo sabiendo que logró su misión en la vida: crear la máxima película de desastre, que probablemente nadie, nunca, podrá superar.
Cualquier catástrofe imaginable está presente en 2012: volcanes, terremotos, tsunamis, naufragios y un largo etcétera al que sólo le hacen falta invasores extraterrestres y un cameo de Godzilla. Por supuesto que la cinta es absurda, predecible, patriotera, sentimentaloide y llena de posicionamiento de productos (aparentemente Vaio es la única laptop que funcionará en pleno apocalipsis, y para morir con estilo, nada mejor que a bordo de un Bentley), pero nada de eso importa ante la abrumadora cantidad de escapes de último momento, muertes gratuitas y momentos de absoluta adrenalina, para ese morboso niño interno que debe ser dejado en libertad para disfrutar este gusto culpable sin intelectualizar sus incontables deficiencias y reírse con él y de él. ¿Para qué retorcerse ante las múltiples frases cursis que son recitadas entre las alucinantes secuencias de acción? Es mejor aceptarlas porque como espectáculo, el resultado final bien vale el costo del boleto. El sol, villano de la reciente Presagio, vuelve a hacer de las suyas, y los neutrinos que emite están desestabilizando la corteza terrestre de forma que no quedara nada sobre la superficie… vaya, no quedará ni siquiera superficie.
Chjwetel Ejiofor es el científico que sirve como voz de la consciencia en el plan de los gobiernos por salvar a la humanidad, mientras John Cusack interpreta al padre fílmico por excelencia, que ama a su familia pero cuyos defectos lo han obligado a separarse de ellos. Alrededor de ellos giran otros personajes de cartón cuya supervivencia o muerte es parte del show. No es spoiler decir que, al final, habrá un rayo de esperanza, y todos se tomarán de las manos como si fueran hermanos. La única pregunta que queda es, ¿por qué carajos no la hicieron en tercera dimensión?
En la mejor tradición decembrina, la historia más recreada en el cine llega una vez más a cartelera, pero en esta ocasión en manos de Robert Zemeckis y en 3D. El cuento navideño, ya bien conocido por todos, está más fielmente adaptado que nunca; y a pesar de que en el 90% de la cinta esto es un acierto, hay un 10% en el que no resulta tan afortunado, ya que el ritmo se puede sentir lento e incluso cansado. Y por otro lado, en entregas anteriores siempre fueron sutiles tratando el tema del fantasma de la Navidad futura, nunca mostrando a la muerte como tal. En este caso, resuelto de una manera elegante e ingeniosa con sombras, no se escondieron y pusieron al personaje en todo su esplendor; haciendo que el filme tenga momentos genuinamente aterradores, lo que no la hace precisamente apta para menores.
Sin embargo, esto no le resta calidad a la cinta, la cual está impecablemente dirigida y realizada. La animación te quita el aliento: el juego de texturas, la utilización de motion capture que hace evidente tanto la presencia de Jim Carrey –en ocho personajes, incluyendo al avaro y amargado protagonista–, como la de Gary Oldman, quien interpreta a Bob Crachit, Marley y Tiny Tim. Por primera vez desde el boom del Tru 3D, se siente un verdadero cambio, ya que la cinta logra el equilibrio perfecto entre simplemente tener volumen y profundidad y sentirse inmerso en la pantalla. Lejos de usar los viejos trucos para sorprender, sintiendo que las cosas “vuelan hacia ti”, verdaderamente se aprovecha este formato para incluir al espectador en la trama. Además, como el mismo Zemeckis lo dijo: “La animación te permite dirigir sin respetar las leyes de la física”, y vaya que lo hizo. Un juego de cámaras mágico e impresionante que lleva los límites del género animado a otro nivel.
CALIFICACIÓN:
8
Lo que he visto hasta ahora…
MEJOR PELÍCULA
Inglourious Basterds
(500) days of summer
The White Ribbon
The Hurt locker
Up
Ponyo
Public Enemies
Where the wild things are
MEJOR DIRECTOR
Quentin Tarantino
Michale Haneke
Katrhyn Bigellow
MEJOR ACTOR
Jeremy Renner
Matt Damon
Johny Depp
MEJOR ACTRIZ
Meryl Strepp
Penélope Cruz
MEJOR ACTOR DE REPARTO
Christoph Waltz
Stanley Tucci
Johny Depp
MEJOR ACTRIZ DE REPARTO
Sofia Vassilieva
Mélanie Laurent
Marion Cotillard
MEJOR GUIÓN ORIGINAL
The hurt locker
Up
Inglourious Basterds
The White ribbon
(500) days of summer
MEJOR GUIÓN ADAPTADO
Julie & Julia
Public Enemies
Where the wild things are
Coraline
MEJOR PELÍCULA DE ANIMACIÓN
Up
Ponyo
Coraline
Cloudy with a chance of meatballs
MEJOR PELICULA EXTRANJERA
The white ribbon
El secreto de sus ojos
MEJOR FOTOGRAFÍA
Where the wild things are
inglourious basterds
The white ribbon
The Informant!
MEJOR BANDA SONORA
Up
Where the wild things are
Coraline
MEJOR EDICIÓN
The hurt locker
Inglourious basterds
where the wild things are
MEJOR DIRECCIÓN ARTÍSTICA
Inglourious basterds
where the wild things are
The imaginarium of Dr. Parnassus
MEJOR VESTUARIO
Inglourious basterds
The imaginarium of Dr. parnassus
MEJOR MAQUILLAJE
District 9
The imaginarium of Dr. Parnassus
MEJORES EFECTOS
District 9
Star trek
Transformers
Terminator Salvation
El sábado 3 de octubre las actividades del Festival Internacional de Cine de Morelia comenzó con una conferencia de prensa en el Centro de Convenciones con Quentin Tarantino y Eli Roth. No sin que antes ambos posaran para las cámaras de todos los medios presentes:
Durante la conferencia Quentin fue el más platicador, y es que la mayoría de las preguntas eran dirigidas al filmmaker, quien entre los highlights declaró varias cosas, entre ellas una de las noticias más esperadas: ¿Qué sigue después de Bastardos sin gloria? ¿Ha nacido una franquicia? A lo que Tarantino contestó: “Podría hacer una precuela. Podría ser una secuela. En realidad aún no decido nada”, así que parece que tenemos bastardos para rato.
Mientras que de Kill Bill 3 adelantó que sí la hará, y que le gustaría que pasaran 10 años entre el final de la segunda parte y la tercera, principalmente porque cree que ya hizo sufrir demasiado a Beatrix y a su hija, y que la primera merece un descanso antes de ponerla a trabajar de nuevo.
El tema de la violencia también apareció en varias ocasiones durante la conferencia, sin embargo Quentin fue muy enfático en especificar que si hace este tipo de películas es porque “me gustan las películas de acción. Me gustan las películas de horror. Amo la violencia en los filmes, pero no en la vida real. Me gustan los extremos en las historias”.
Al finalizar la conferencia, Quentin y Eli develaron la placa conmemorativa del 7º Festival Internacional de Morelia en el Cinépolis Centro, y fue el momento perfecto para que todos los fans consiguieran un autógrafo.
THE INFORMANT!
¿Alguna vez se han subido a un taxi y que su taxista empiece de la nada a contarles su vida entera hasta el punto que empieza a contarte pequeñas mentiras para parecer más interesante? ¿Si? Púes eso es esencialmente el personaje de Matt Damon en The Informant! una persona que empieza a darse cuenta de que se están haciendo tratos bajo la mesa en la compañía en la que trabaja, después de un par de giros en la historia este peculiar personajes que te va revelando sus gustos y disgustos a través de frases “raras”, se convierte en una especie de espía que se autodenomina 0014, por ser el doble de “listo” que el 007.
Toda la película se trata de Matt Damon él es el motor de ésta extraña propuesta de Soderbergh, la actuación está tan inteligentemente creada que llega muy rápido a parecer tonto, un personaje con sus propios movimientos faciales únicos e irrepetibles los cuales nunca se habían visto en Damon, éste es sin duda su mejor actuación desde hace 10 años.
El filme tiene influencia muy notoria de Fargo. La película tiene un estilo de programa de televisión de espías de los 60’s, así como la tiene Austin Powers.
CALIFICACIÓN:
7.5
THE WHITE RIBBON
Este es el tipo de películas que, o piensas que es un bodrio total, o es una obra maestra.
The White Ribbon se trata según Haneke de el origen de el terrorismo, ya sea por motivos políticos o religiosos, y ¿por qué es así?, porque el terrorismo se origina del odio.
- Dios no quiso que yo muriera, el tuvo la oportunidad y no me castigó -
Esta película crítica severamente a una sociedad supuestamente religiosa que busca a un Dios castigador, y que cuando el castigo no llega a los que ellos creen como merecedores de castigos, ellos mismos hacen llegar los castigos en nombre de “Dios”.
- Me da asco cuando me acuesto contigo, eres fea y hueles horrible, cuando lo hacemos me imagino que eres otra, pero me temo que ya no tengo tanta imaginación -
El filme crítica la forma en que se trata a la mujer, joven y adulta, como un objeto sexual, con el cual no se habla de cosas importantes, ni se discuten las decisiones que se toman, que solo sirve para servirle el café a los invitados.
- Entrégale la flauta o te mato -
Crítica además la forma en que se tratan a los niños, como seres que deben ser golpeados, seres que deben ser castigados por el simple hecho de ser.
- ¿Todos tienen que morir? ¿Yo voy a Morir?; Si-
The White Ribbon es una historia de misterio la cual no tiene final, que es inmortal, que nunca llega a un final definitivo, es una historia de un pueblo enfermo, de un pueblo de vergüenzas, un pueblo de pecado, un pueblo que nos muestra que nunca existirá la justicia, ya que la justicia necesita ser unánime. Es la historia que puede resolverse de manera personal al culpar a una mujer, a un niño o a la religión, pero que nunca nos lo dice.
El único error que se podía llegar a presentársele a una persona es que esta no es una historia para el público en general ya que es una historia más intelectual que emocional.
Y como decía en el principio, esta es una historia que o puede ser odiada o que puede ser considerada una obra maestra, y para mi, esta es una obra maestra.
CALIFICACIÓN:
10
Del 3 al 11 de octubre del presente año se celebrará en la ciudad de Morelia, México, el Séptimo Festival Internacional de Cine de Morelia el cual orgullosamente estaré cubriendo, teniendo la oportunidad de ver:
- The White Ribbon de Michael Haneke
- Inglourious Basterds de Quentin Tarantino (el cual estará presente, y si tengo suerte conseguiré una entrevista)
- (500) days of summer de Marc Webb
- The informant de Steven Soderbergh
- The Imaginarium of Dr. Parnassus de Terry Gilliam
- Jennifer’s Body de Karyn Kusama
- Funny People de Judd Appatow
- Los abrazos rotos de Pedro Almodóvar
- Two Lovers de James Gray
De las cuales haré sus respectivas críticas y seguimiento de las películas seleccionadas en el festival.
Sobre Bastardos sin Gloria: Durante la alfombra roja de la película estará presente el actor Eli Roth, quien compartió créditos en la cinta con Brad Pitt, Mélanie Laurent, Christoph Waltz, Michael Fassbender, Diane Kruger, Daniel Brühl.
Danny Boyle prepara la secuela de 'Trainspotting', la cual se llamará 'Porno'
LONDRES, Inglaterra, 10 sept., 2009.- El cineastaDanny Boyle está "cada vez más cerca" de rodar Porno, la continuación de Trainspotting (1996), según afirmó a la BBC el actor Robert Carlyle.
Carlyle, que hizo el papel del violento Begbie enTrainspotting -cinta inspirada en la novela de Irvin Welsh-, declaró que si Boyle se lo pide "saltaría de espaldas a través de aros con fuego" y que "haría gratis Porno mañana mismo" para volver a trabajar con él.
Porno, escrita también por Welsh, sitúa al grupo de amigos heroinómanos de Edimburgo (Escocia) diez años después de las andanzas relatadas enTrainspotting, y su adaptación a la gran pantalla es objeto de debate desde hace años.
El actor Ewan McGregor, que interpretó el papel de Renton -el protagonista de la primera entrega que termina saliendo del círculo de drogas y violencia de sus amigos-, ha manifestado en varias ocasiones que sería una pena hacer una secuela de Trainspotting.
Pero Carlyle piensa que convertir Porno en película ya no es una idea tan descabellada, sobre todo después de que el propio Danny Boyle, tras el enorme éxito que consiguió con la oscarizada Quisiera ser Millonario, afirmara que ya hay un guión en marcha.
Carlyle dijo que después de su éxito en HollywoodBoyle "puede hacer prácticamente lo que quiera" y consideró que la historia de Welsh todavía tienen un gran potencial de entretenimiento.
"Yo estoy dispuesto y sé que Danny parece estar cada vez más cerca de hacerlo", aseguró el actor, quien se refirió al papel de Begbie como uno de los principales en su carrera.
"Probablemente es el único personaje que me gustaría revisitar, porque creo que Begbie tiene aún un gran recorrido", añadió
Las selecciones de México para los oscar son casi siempre malas, pasando por cintas altamente comerciales pero con mala recepción por parte de la academia misma, hasta cintas que impactan al público y crítica pero no a la taquilla.
Las preseleccionadas para los oscar y los goya son:
Backyard: El traspatio
Backyard, la cinta más reciente de Carlos Carrera, se suma sin mayores sorpresas al número considerable de películas de ficción y documentales en torno a la oleada de ejecuciones de mujeres (feminicidios) que en los últimos 15 años han totalizado más de mil muertas y desaparecidas en Ciudad Juárez, Chihuahua. El esquema narrativo que propone aquí la guionista y dramaturga Sabina Berman apenas varía de la fórmula establecida: una mujer atractiva y temeraria se encarga de llegar a fondo en el esclarecimiento de los crímenes, se topa de inmediato con múltiples obstáculos por parte de autoridades negligentes y machistas, pero también con algún colaborador comprensivo que le ofrece una solidaridad instantánea. El ejemplo más lamentable de esta simplificación con tintes melodramáticos lo dieron Jennifer López y Antonio Banderas en Bordertown, de Gregory Nava, mientras el registro más serio del fenómeno es hasta hoy el documental Bajo Juárez, de Alejandra Sanchez y José Antonio Cordero.
En Backyard, el director combina una propuesta de ficción con documental filmado por Everardo González, para describir la faena laboral de una joven chiapaneca, empleada en la maquila, y su aventura sentimental con el compañero que por inmadurez y despecho pone en peligro su vida. Hay alusiones transparentes a personajes reales, desde la figura de un gobernador del estado hasta el turbio personaje egipcio vinculado con los homicidios, y sobre todo aquellas mujeres de organismos civiles que tienen aquí como emblema de resistencia a la figura de Blanca (Ana de la Reguera), la mujer policía que expone la red de complicidades entre el gobierno local y una policía corrupta, esa indiferencia oficial que garantiza hasta hoy una impunidad absoluta.
– Carlos Bonfil
Bajo la sal
Las primeras imágenes resultan prometedoras: un mar de blancas arenas, una salinera en la frontera cuyos límites se extienden hasta donde alcanza la vista, se nos revela como la sepultura perfecta, el lugar idóneo para tratar de ocultar un crimen. A pesar del estado de momificación en que se encuentra, las señas particulares del cadáver ahí enterrado se corresponden con una de varias jovencitas desaparecidas en el pueblo, y toca en turno al Comandante Trujillo, llegado ex profeso de la capital, el desentrañar el misterio.
Existe un riesgo inherente al intentar competir de tú a tú en los mismos géneros que por años ha cultivado Hollywood, y el filme del debutante Muñoz —al igual que la malogradaSultanes del sur antes— lo asume con resultados más bien disparejos. Un thriller en toda regla, la cinta posee ciertamente los ingredientes de todo buen misterio: crímenes atroces, un policía obsesionado con el caso y un par de sospechosos que podrían o no resultar culpables. Impecablemente dirigida, de excelente fotografía y muy bien puesta en cámara, la cinta queda a deber, sin embargo, cuando de resolver el enigma se trata, empeñada como se encuentra en confundir al espectador con falsas pistas y poblada de personajes que, a pesar de ser bien atractivos, no consiguen involucrarnos en el drama.
Plena de ecos a la muy real tragedia de Las muertas de Juárez y reminiscente de filmes como El coleccionista de huesos o Asesino oculto de Sean Penn, por aquello del policía emperrado, la película tal vez no consiga ser la El silencio de los inocentes local que se quiere —el honor corresponde, en todo caso, a Crónicas— y, sin embargo, apunta a la voluntad del cine nacional de arriesgarse por nuevos y excitantes derroteros.
–Antonio Camarrillo
Cinco días sin Nora
Una comedia familiar hilarante con pálpitos necrófilos, que pudo haber elegido los caminos nada graciosos de Morirse en domingo o Morirse está en hebreo. Afortunadamente no lo hizo, y la historia de un recién enviudado peleado con su recién fallecida exesposa y todo lo que tenga que ver con los rituales mortuorios judíos, devela en una de las comedias más humanistas que jamás haya realizado nuestra cinematografía. Nada de tremendismos, ni regodeo en lo grotesco, pura luz y alegría por la vida, aunque parta de la muerte de un ser sumamente querido.
Desierto Adentro
1926. La Guerra Cristera ha iniciado en México. Elías (Mario Zaragoza) y su mujer (Dolores Heredia) esperan la llegada de su octavo vástago. Un incidente precipita el parto, y la obstinada decisión de Elías de llevar a un cura para recibir la bendición para lograr su nacimiento desencadena la muerte de la gente del pueblo, incluida la de uno de sus hijos.
Con este planteamiento, Rodrigo Plá, realizador nacido en Uruguay en 1968, pero formado cinematográficamente en la República Mexicana, da a conocer su segundo largometraje, Desierto adentro. Si con su cinta anterior, La zona (2007), el director se había aventurado, con resultados quebradizos, en una reflexión sobre la intolerancia en un escenario de desigualdades económicas en la sociedad actual, con su trabajo más reciente ofrece una visión conservadora al elegir un tema religioso como base de su relato.
De igual forma muestra una estética anclada en una especie de realismo mágico en el peor de los sentidos, al combinar la voz narrativa principal, a cargo de Aureliano (Diego Cataño), con reflexiones literarias exiguas y animaciones que se confunden con el entorno. ¿Qué sentido tiene contar una historia ubicada en México entre los años 20 y 40? ¿Cuál es el mensaje que Plá quiere mandar al espectador? Las respuestas son ambiguas. La familia sufre una especie de maldición que tendrá que pagar edificando una iglesia. No obstante, uno a uno irán muriendo sin que desaparezca el “maleficio”.
Así, Desierto adentro retoma conceptos como el destino y la superstición. El relato, estructurado en cuatro partes –la culpa, la penitencia, la señal y el perdón que no llega– intenta manifestarse como una crítica al fanatismo religioso, pero se configura en una historia defectuosa. El filme fue proyectado dentro de las actividades de la 50 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional. Su inclusión salta a la vista al compartir escena con películas de autores de una rigurosidad muy por encima de la de Plá: José Luis Guerín, Lisandro Alonso o Jaime Rosales, por mencionar algunos.
Los Bastardos
Cada mañana el joven Jesús, de 30 años, y Fausto, un amigo adolescente, dos trabajadores indocumentados, se plantan con un grupo de colegas en la intersección de una avenida de Los Ángeles. Ahí pasa a recogerlos una camioneta para llevarlos a cualquier sitio lejano para prestar sus servicios de albañilería por $10 dólares la hora. El regreso corre por su cuenta.
Con un tono semidocumental, Los bastardos, segundo largometraje del mexicano Amat Escalante, elabora la crónica de una jornada violenta. Desde los créditos iniciales, un largo plano secuencia muestra en un terreno desolado dos puntos negros avanzando hacia la cámara inmóvil, hasta que los personajes ocupan de lleno la pantalla, y el tono minimalista está dado.
Como en Sangre, su trabajo anterior, no hay aquí mayor involucramiento afectivo, sólo el recuento puntual de las acciones que el par de trabajadores acomete con precisión de relojería. Dos actores no profesionales, que son ante todo presencias misteriosas, de violencia contenida, responden casi sin inmutarse a las provocaciones verbales del racismo, se introducen sigilosamente en una residencia apacible, someten a una mujer anglosajona de 40 años (despreciada por su marido, en pleito con su hijo adolescente), y se libran a un juego de masacre que va librando con parsimonia sus claves interpretativas.
¿Se trata de asesinos a sueldo, encargados de liberar al marido de una presencia molesta? ¿O es por el contrario un gesto de revancha donde el rencor social se procura al azar una víctima expiatoria en un desfogue absurdo? Lo fascinante de la cinta es el modo en que los personajes (agresores y mujer secuestrada) se reconocen en el denominador común de ser figuras oprimidas y establecen una comunicación casi solidaria en medio del horror.
Una propuesta políticamente incorrecta, dueña sin embargo de una gran complejidad dramática. Comparada a menudo con Juegos sádicos, de Michael Haneke, la cinta de Escalante posee una dimensión social complementaria que la sitúa, de modo perturbador, como una metáfora urgente de la crisis económica y el odio racial, con la soledad de un grupo de parias como telón de fondo.
Los Herederos
Tres niños caminan por un resbaloso y angosto sendero. Arrean a un burro. Luego cargan la mayor cantidad de leña que sus espaldas les permita. La atan al escuálido animal quien carga la madera de regreso a sus casas. La cámara nos muestra de cerquita las manos jalando la gruesa cuerda que es atada con destreza por el mayor de los niños. Tendrá unos 10 años. La cuerda produce un sónido áspero, tenso. La cámara los sigue a unos pocos metros. Ahora escuchamos los pies al pisar las hojas secas, los jadeos de los niños, los troncos que truenan. Este sonido se parece al de un machete cortando cañas. Así, de pronto, estamos en una secuencia en la que otro niño trabaja en la zafra. Luego en la que un niño hace ladrillos, cubierto de barro hasta las narices. Luego en la cosecha de jitomate. Luego en el nixtamal. En la navaja, el fuego o el azadón.
No tardamos en darnos cuenta que la película nos mostrará a partir de ese momento únicamente niños trabajando. (Y un par de ancianas que funcionarán como un efectivo contrapunto poético). Sin embargo, el tema del trabajo en los niños no sólo alcanza para hacer una enérgica denuncia, sino que gracias a la sensibilidad del director, da para generar reflexiones que no sólo abarcan un tema social local, sino que rebasan ese ámbito y nos llevan a pensar por ejemplo, como logra un niño jugar a darse marometas después de haber completado una jornada laboral de diez horas.
Porque si existe algo como mostrar el espíritu infantil, esta cinta lo logra a cada instante. Y lo logra con el recurso más puro y simple: la acción filmada tal cual es, apenas editada, sin montajes efectistas ni soundtracks de inducción.
En Los Herederos todo es cercanía e intimidad. Polgovsky y su cámara entra a las cocinas reducidas que escupen brasas ardientes, camina al lado de los personajes sobrevolándolos como una mosca, se escabulle entre las patas de un burro y se posa quieto, callado, frente a una niña que al mirar directo al lente nos hace formularnos mil preguntas.
Polgovsky se arriesga en la elaboración de su discurso cinematográfico y elimina muchos de los recursos de un documental tradicional. Aquí no hay voces que nos platiquen lo que debemos reflexionar. No hay diálogos que expliquen. No hay citas, ni datos, ni gráficas. No hay conclusiones. Sólo hay un tiempo capturado que es suficiente para crear una realidad que nos atrapa fácilmente.
En ese sentido, la cinta de Polgovsky, aunque inscrita en el género documental, contiene más elementos poéticos que, valga la redundancia, documentales. Y se encuentra más cerca de películas que se atreven a jugar con los límites del género.
Recomiendo unas cuantas:
A alma do osso de Cao Guimaraes, Les documents cinematographique de Jean Painlevé, The silent world de Jacques Cousteau, Our daily bread de Nikolaus Geyrhalter y Powaqattsi de Godfrey Reggio.
En el campo mexicano de Los Herederos la pobreza es contundente. Y también su belleza y su dignidad. Aquí no hay postales turísticas pero tampoco los regodeos en la miseria tan socorridos en el cine mexicano actual. El discurso de la cinta se sostiene por sí mismo con las imágenes, sin que exista una intención deliberada o manipuladora de llevarnos a juicios establecidos.
Polgovsky logra un cine directo, auténtico y bello. No es casual que él mismo sea el fotográfo, el director y el editor de su cinta. Y es que en esta manera de hacer cine se encuentra una de los grandes valores de la cinta: el de demostrar que más allá de la voracidad de los exhibidores, de la conformidad de los distribuidores, de la torpeza de los realizadores y de la pereza del público que se forma siempre en la cola más larga, el Cine sigue vivo y tiene aún la capacidad de afectar la mayor parte de los órganos del cuerpo (incluídas las uñas que uno se come y el cuello que uno se rasca).
Rudo y Cursi
En un año en que parecía que Arráncame la vida sería la reina indiscutible de taquilla para cintas nacionales, llega una propuesta que bien podría quitarle el trono. El filme no es del otro mundo, pero cumple a la perfección y se pasa con gozo, como 90 minutos bien jugados –a diferencia de otras cintas de balompié, como los dos filmes de la trilogía truncada Gol! –. La clave: los partidos son un mero pretexto, y jamás el único motor dramático de la historia. Es la historia no de dos futbolistas, sino de un par de hombres hundidos en la desesperación, en la cárcel de la vida provinciana y sin oportunidades.
La mejor actuación recae en Guillermo Francella (ídolo televisivo en el Cono Sur), aquí conocido como “Batuta”, un argentino cazador de talento que se sabe todas las artimañas del negocio del balompié y sirve como narrador en off para la historia de desencuentros entre dos carnales costeños que por azares del destino cumplen sus sueños pamboleros y musicales, para después probar la miel amarga del éxito y la rivalidad.
A tono con Déficit, el debut tras la cámara de Gael García Bernal, e Y tu mamá también, guión de coautoría del aquí director Carlos Cuarón, en la acción se cuelan elementos de crítica social: se presenta al narco que hace el “bien” a su comunidad pero que llena el aire de balas, las trepadoras sociales que venden su alma por una Hummer (referencia involuntarimente actual), la falta de oportunidades para los hombres jóvenes en el campo, condenados –a pesar de la suerte pasajera– a una vida de llagas y calor. Los valores de producción son de primer orden, y evidencian la omnipresencia de “Los Tres Amigos” en la producción.
Voy a Explotar
Luego de la gran aceptación que su película anterior, Drama/Mex, obtuviera en diversos festivales internacionales, el director Gerardo Naranjo vuelve a la carga con un relato íntimo, desplegado tras sumergirse en el recuerdo de lo que fue su propia adolescencia en su natal Guanajuato. Así surge la historia de Román (Juan Pablo de Santiago) y Maru (María Deschamps), dos teens inadaptados y excesivamente hormonales unidos, como es de preverse, por un amor ciego, pero también por compartir una aversión absoluta hacia el mundo de los adultos. Su desprecio va más allá de rechazar los planes que para ellos pudieran reservar el padre politiquillo (un Giménez Cacho formidable) o la madre sufrida (Martha Claudia Moreno): en realidad no entra ningún convencionalismo, nada que no corresponda al muy particular universo que han construido para sí, incluso a sabiendas de que ello pudiera significar su propia destrucción, de que será posible huir de todo menos de ellos mismos.
Ágiles movimientos de cámara, actuaciones a todas luces primerizas pero adecuadas –principalmente la de Deschamps– y diálogos saturados de argot –quizá en forma excesiva– son los principales elementos por los que corre esta suerte de road movie que hará que algunos recuerden filmes típicos de parejas destructivas como Sid & Nancy oBonnie & Clyde, mientras que otros serán remitidos a las novelas iniciáticas de José Agustín (pensemos en La tumba o De perfil). Habrá quienes la amen y quienes la odien, eso está claro hasta para Canana, compañía de Diego Luna, Pablo Cruz y Gael García Bernal que funge como co productora. Lo difícil es saber si pese a su buen recibimiento en Venecia y Berlín, y haber ganado un premio en Salónica, la cinta obtendrá el favor de los exhibidores. Y del público. Pero para eso hay que verla.
De las pasadas las mejores opciones a elegir serían “Los Bastardos” y “Voy a Explotar” en mi opinión.